Actualidad del C.D. Tenerife

[cachucha]

Discrepo en tu tercer párrafo. La plantilla del Tenerife es un cuadro de categoría sideral.

1 solo portero profesional, sin lateral izquierdo solvente y sin suplentes de nivel para Mellot. El centro de la defensa se compone de 2 jugadores que salen a cagada por partido, 1 lesionado y 1 que no vale ni para 1RFEF. Extremos: 1 que lleva 2 años apestando, 2 que aparecen y desaparecen como el Guadiana y 1 que lleva 700 equipos en 6 años. Mediapuntas compuestos por 1 que ya está de paso desde hace meses, 1 canterano que desde mi punto de vista es un quiero y no puedo, y de delanteros 2 ancianos y 1 canterado overrated. Eso a grosso modo. Para mi, de esta plantilla solo valen Badía, Fabio, Maikel y Diarrá... y quizàs el Bodiger de los 2 ultimos meses.

Bastante tenemos que no vamos últimos. Y, desde luego, es bastante significativo que un humilde Ferrol nos lleve 3 puntos de ventaja con 2 partidos menos.

Vamos a pasar los 4 peores meses de nuestra historia, arrastràndonos por los campos, y con jugadores que poco a poco irán borrándose. Lo de la temporada del último descenso a 2B nos va a parecer anecdótico al lado de este dantesco espectáculo que estamos viviendo.

Y ojo, o se hacen bien las cosas a partir del 1 de julio, o la onda expansiva de esta temporada puede ser muy peligrosa para la siguiente. Y ahí, quizás, el único entrenador con licencia para calmar las aguas solo puede ser Cervera. No veo a otro capaz de manejarse en ese hipotético entorno.

Reitero que la plantilla es floja de nivel y tiene graves carencias, pero con un buen trabajo físico y táctico desde la pretemporada y una dirección técnica de garantías... no es para descender con tanta claridad, ni mucho menos.

Sin ir muy lejos, la comparas con la de hace dos o tres años... y no hay color. Soriano, Sipcic, A. Muñoz, Mario G., Bermejo, Elady, Andrés, Michel, Mollejo, Corredera... Ocurre que, a diferencia de Ramis y Cordero, con Garrido, Cano, Guerrero y Mauro, hemos estado en manos de vulgares mercachifles... y además de ineptos, trincones y desahogados. Esta es la principal razón de este esperpéntico descenso y de consecuencias imprevisibles.